Nizar Qabbani
Cuando me enamoro
el reino de Dios cambia:
el crepúsculo duerme en mi abrigo
y el sol despunta por el oeste.
¿Por qué? ¿Por qué desde que me amas
mi lámpara alumbra
y mis cuadernos han florecido?
Las cosas han cambiado desde que me amas:
me he convertido en un niño
que juega con el sol
y en un profeta
cuando sobre ti escribo.
Estás grabada en la palma de mi mano
cual letra cúfica en el muro de la mezquita.
Grabada en la madera de la silla, amor mío,
y en el brazo del asiento.
Y cada vez que intentas alejarte de mí
un solo momento
te veo en la palma de mi mano.
Cuando estoy enamorado
convierto al Shah de Persia
en uno de mis seguidores
y someto China a mi cetro,
muevo los mares de su sitio
y si lo deseo, detengo el tiempo.
Cuando estoy enamorado
el agua brota de mis dedos
y crece la hierba en mi lengua.
Cuando estoy enamorado
permanezco un tiempo fuera del tiempo.
Todo lo que dicen de mí es cierto.
Todo lo que dicen de mi reputación
en el amor y las mujeres es cierto.
Pero no saben que me desangro en tu amor
como el Mesías.
Cada vez que viajo en tus ojos
siento que monto en una alfombra mágica,
me eleva una nube rosa
luego otra violeta
y giro en tus ojos, amor mío,
giro... como la tierra.